THE KILLERS
SAM’S TOWNUNIVERSAL
Con el desmedido éxito de Hot Fuss (2004), los disparados elogios de la prensa y la espectacularidad de su sonido debido a la naturaleza de su ciudad natal, se esperaba que su segundo material fuera complaciente, descaradamente radial, con muchas más luces de las que tiene Las Vegas. Pero afortunadamente no fue así; no se malentienda, Sam’s Town es perfectamente radiable, pero no fue gestado con esa meta. Flowers y compañía mantuvieron su línea de sonido, sólo que esta vez fue un poco más ambiciosa, y con la ayuda en la producción de Flood y Alan Moulder (U2 y Smashing Pumpkins), lograron guitarras mejor pensadas, silencios más certeros y una casi sabia manera de atascar de elementos a las melodías en el momento preciso, con la sincronía de una chorusline. Pero, de nuevo, no se malentienda, si se es uno de esos que al escuchar el primer disco, pensó que The Killers es “the next big thing”, es posible sufrir una decepción. El disco es muy bueno, pero no es un hito; tiene sus errores, como un inicio medio flojo y la puntada de incluir un intro y un outro con el mismo concepto; medio ñoño, por cierto. Además de que algunas letras son pretenciosas, y en ese caso es mejor ser descaradamente banal que tratar de parecer "interesantes". Aún así hay piezas magistrales, con tinta astuta y balance melódico, como “Uncle Jonny”, “This River Is Wild” y “Bling (Confession Of A King)”, con la que realmente empieza el disco.




BECKTHE INFORMATION
INTERSCOPE RECORDS
es uno de esos artistas que ya no nos sorprenden, pero no por malo o que esté estancado, al contrario, porque realmente cada trabajo que saca tiene un nivel de calidad superior al anterior. Siempre tendrá ese toque Beck, esos sonidos rasposos, el bajo conductor y riffs ocasionales que hacen torcer el cuello. Pero es también el tipo de artistas que disfrutan lo que hacen más allá de la parte comercial; Beck ha jugado con ella por años y a veces la olvida. Este es el caso sublime. The Information es un disco casi hecho para no tocarse ni en bares, fiestas o mucho menos la radio. ¿A alguien le importa en estos tiempos? Al menos no cuando en una de las ciudades más grandes del mundo tenemos sólo dos (a veces por las noches llegan a ser cuatro) estaciones que tocan este tipo de música y creen que dictan los gustos musicales de los mortales. El disco es bueno, equilibrado y perfectamente montado. “Movie Theme” es una maravilla.


DEFTONES
SATURDAY NIGHT WRIST
WARNER
Después de tres años de silencio absoluto y una posible separación, Deftones regresa con su quinto material de estudio. Un trabajo mucho más interesante que su entrega anterior, Deftones (2003), que se puede resumir como una consecuencia lógica de todo lo que pasó con Moreno el año pasado, cuando Team Sleep fue su prioridad. Saturday Night Wrist se puede comparar con White Pony (2000), de nuevo hay una clara tendencia a lo electrónico (a lo Deftones, claro), siendo “Pink Cellphone” el más claro ejemplo, pero también es su repaso más contundente hacía todas sus influencias, desde Tool hasta Depeche Mode y Duran Duran; en “Beware”, “Cherry Waves” y “Tilde” Moreno se desenvuelve de tal manera que su voz se escucha mejor que nunca, algo que ha ido trabajando desde que iniciaron y que en este material llegó a su plenitud. Para los seguidores del Deftones pesado, éste sigue aquí, “Rats” o “FM” entran en esta categoría pero no esperen más, el disco lleva otra dirección. Con once años y cinco discos, el quinteto se define como un grupo seguro de lo que quiere, siguen sin dejarse llevar por las etiquetas de los 90’s, y Saturday Night Wrist se define como su disco más reflexivo… tanto hacia su pasado como a su presente.


MY MORNING JACKET
OKONOKOS
ATO/ RCAA
casi diez años de su formación y con cuatro discos de estudio, en septiembre pasado el quinteto de Louisville, KY, lanzó un merecido disco en directo. Mucho se cuestionó la calidad de la banda y la capacidad de Jim James a la hora de la composición. Si bien sus primeras tres entregas fueron buenos materiales, todos llevaron el mismo camino: una clara tendencia hacía el country, el blues y rock. Esa tríada no era mala, y The Tennessee Fire (1999), At Dawn (2001) y It Still Dawn (2003) mostraron cómo el quinteto fue avanzando paulatinamente en su trabajo, pero Z simplemente los consagró. Un disco arriesgado para la pauta que marcaron a lo largo de su carrera y que, sin alejarse de ésta, experimentaron sin restricciones y el resultado fue uno de los mejores discos del año pasado. Si conoces a MMJ por ese último trabajo, hay que advertir que en éste encontraremos un repaso por toda su discografía, no todo es Z y por lo mismo habrá que estar preparados para un “cambio” de estilo realizado a partir de ese disco bautizado con la última letra del abecedario. Okonokos es un buen album que, como todos los directos, sirve para poder sentir aunque sea vagamente la energía del grupo. Un disco que la banda merecía desde hace mucho; Z es su obra maestra, pero su calidad se había patentado cinco años atrás.