THE RAPTURE PIECES OF THE PEOPLE WE LOVE
UNIVERSAL***

1/2LOS SUEÑOS CONTINÚAN
Funk electroso, música disco del siglo XXI. Luke Jenner y sus Rapture vuelven por lo que haya quedado en pie luego de que “House of Jelaous Lovers”, del celebrado debut Echoes (2003), ocasionara unos cuantos esguinces de cadera por todo el mundo. Cuando el advance llegó a nuestro estéreo, su Myspace ya tenía subidas dos rolas, y una de ellas, “Get Myself Into It”, probablemente sea El hit del verano a punto de terminar. A la hora de repartir responsabilidades acerca de qué es lo que ingresa a nuestros oídos, no podremos evitar achacar a The Rapture el haber rescatado trazos de post punk y la new-wave convirtiéndolo en un dance-rock que logró que gente que detesta los puros loops, tirara la chancleta y bailara a reventar. Su nuevo material se perfila tan energético (tal vez más) que su predecesor. Un teclado ácido casi punk y un sax rabioso hacen que hasta las percusiones latinoides suenen bien. A pesar de ser los consentidos de DFA Records (LCD Sounsystem) garantiza una producción soberbia, el punto fuerte de The Rapture es el directo. Esa energía sobre el escenario, en un CD, no se puede plasmar.


WAU Y LOS ARRRGHS!!!
CANTAN EN ESPAÑOL
VOODO RHYTHM RECORDS****
Puede ser el fuzz a tope o las voces de ultratumba con cierta melodía. Puede ser su invitación al exceso sexual y al desenfado. Lo importante es que el garage-punk siempre ha estado ahí dando experiencias como The Mummies. Valencia, España, tiene la mejor escena underground de ese país, las mejores chicas, el mejor bar (Gabba Gabba) y ahora, ¡la mejor banda!. El disco abre con “Momia Twist” y esos gruñidos de ultratumba tan característicos de Juanito Wau. Baja fidelidad de alta calidad. De alta credibilidad. La primera vez que los vi fue en un festival en Calella, España. El público los adora y ellos se entregan, sudan, saltan. Juanito es todo un personaje, un buen fan de la música que le gusta. A Satu y a Fletán los conocí primero tocando con su energética banda Tail en un bar de Valencia. Y ese puede ser el gran secreto de Wau y los Arrrghs: son fans tocando lo que les gustaría escuchar al volumen que se les hincha la gana. Aquí no hay poses, ni plástico ni moda actual. Hay ganas, apego a la raíz y muchas substancias.La mejor banda de españaAcabo de escuchar el disco y soy feliz. Quiero cantar como Juanito Wau y quiero tocar la bataca como Fletán. Esto es garage-fuzz-puerco del mejor. El Reverend Beatman (The Munsters) les echó el ojo, se ofreció a financiarles un disco y todo está listo para que conquisten el más allá. Cuenta la leyenda que durante la grabación, el ingeniero de audio se quejaba desde Gijón hasta Suiza: “Beatman! Estos güeyes que pedo?!?!: Se la pasan metiéndose drogas y las rolas no tienen letra. Puro pinche vago, así no se puede trabajar!”. Poco después hubo una llamada desde el mismo teléfono y de la misma persona: “Beatman!, esta banda es la puta hostia! La mejor banda de España!”. No me queda mas que erguir la cabeza con orgullo y decir: “Beatman!! TODOS LO SABÍAMOS!!!”. Y además, cantan en español!. Ahora, siendo justos, podemos decir que la mayor parte de las rolas son versiones a clásicos psicodélicos y garage, pero lo que no se puede negar es el buen tratamiento Aaargh! que se les ha dado. Fanáticos del género: quedarán más que satisfechos, encantados. Se ha respetado el sonido primitivo para tu placer auditivo y se ha respetado, sobre todo, la energía y el sudor del rock n’ roll de verdad. No hay falla. Es más, te apuesto que aún traen los mismos pantalones con los que grabaron.


IRON MAIDEN
A MATTER OF LIFE AND DEATHEMI***1/2
A pesar de que “Different Worlds”, la rola que abre huele gacho a hit easy-listening, desde el mismo comienzo del disco se puede percibir que la Doncella de Hierro ha regresado con bríos en busca del trono del metal old school. Luego del tremendo resbalón que significó Dance Of Death, Iron Maiden entrega una placa energética, rebosante de riffs contundentes y con un Bruce Dickinson en el mejor estado con tonos delicados perfectamente acordes al sonido pro progresivo alcanzado. Para los que allá por los 80’s tempranos ya lucían sus playeras con un Eddie pintado, seguramente será un duro trabajo el asimilar este Maiden versión siglo XXI, pero sólo es cuestión de proponérselo, A Matter of Life and Death, a diferencia de las últimas producciones de Steve Harris y compañía, está a años luz de dar vergüenza ajena.