DISCOS DEL MES

(DICIEMBRE)

VELVET ACID

CHRIST
Para Bryan Erickson la música ha sido su escape de la realidad, su manera de decir: “te odio tanto como tú a mi”… su método de compartir frustaciones, sueños y radicalismos con los que lo rodean, con los que ama y también odia.Originario de Colorado, Bryan nunca logró sentirse parte de algo: “La gente no puede tolerarme durante periodos largos. Soy muy exigente en lo que a talento se refiere” y, para muestra, la manera en la que Erickson llegó a convertirse en una especie de ermitaño al no congeniar del todo con sus secuaces de proyecto. Grigory Bilham y Chris Womack fueron los primeros en acompañar a Erickson (alias Desease Factory) a principio de los 90s en el proyecto Cyberchrist.Las ideas de Bryan siempre fueron más allá, y mientras sus compañeros optaban por el convencional sonido industrial, él apostó por las fusiones. Así el acid, los samplers y las claras referencias a sustancias prohibidas los arroparon con una nueva identidad, Velvet Acid Christ había nacido. Desde sus inicios marcaron su postura, su sonido extremo ganó adeptos y los sucesores de Skinny Puppy vomitaron su filosofía mientras Mr. Desease comenzó una caída libre hacia un abismo de abusos: definitivamente, Bryan Erickson había perdido la batalla contra sí mismo.SUBTERRÁNEO ÁCIDOSiempre fieles a la escena under, su odio por el mainstream se convirtió en el combustible de un motor que hizo que la banda se enrolara en diferentes sellos independientes. Es un tanto difícil apegarse a la historia discográfica exacta de VAC antes de Church of Acid (1997), siendo éste el registro más válido para escarbar en la pre-historia de la banda... sin duda, su periodo más violento y contestatario. En 1998, luego de hartarse de los formalismos y favores en la industria musical, formaron el sello Dependet Records, contando entre sus filas con Covenant y VNV Nation. Contrario a lo que se pueda pensar, esta autonomía dio como resultado discos como Fun With Knives (1999) y los respectivos volúmenes de Betwen the Eyes, materiales que coquetearon con el trip hop y recorrieron la delgada línea entre el trance y el techno, llegando a caer en un bache de monotonía y repetición.Hoy Bryan dice sentirse más aterciopelado y tener algo por qué luchar, atrás quedaron las disputas con las disqueras por su material más viejo, la alineación está más sólida que nunca (junto a Todd Loomis y Dan Olson) y su música alcanzó el equilibrio. Lust For Blood es el disco que Erickson quería hacer y que su psique no le había permitido: su voz distorsionada escupe un reclamo social, las secuencias hieren todo a su paso y beats oscuros y podridos conviven con ritmos bailables y atmósferas que finalmente logran su cometido: sacarte de la realidad.VELVET ACID CHRISTLUST FOR BLOODMETROPOLISBryan Erickson aún cree que el mundo apesta, que arde en llamas y que, mientras lees esto, se sume cada vez más en un agujero más negro y profundo. Más allá de si tiene o no la razón, sustenta su punto con Lust for Blood. El disco es un torrente de emociones que van del odio animal a la depresión casi mecánica, claro, pasando por ese agradable romanticismo decadente. Sin ser su trabajo más pesado, cuenta con grandes momentos de densidad que provocan angustia y que pueden causar adicción. Erickson hace referencia al sonido de la vieja escuela industrial, pero sin caer en clichés y permaneciendo fiel a su estilo, que a estas alturas encuentra la claridad que no aparece en otros materiales. ¿Sigues pensando que los sintetizadores son para pusys?

SUNN O))) & BORIS

ALTAR

SOUTHERN LORD

Jamás pensaste que con chingos de distorsión y ruido se podrían obtener ambientes que te llevan a cierto tipo de paz mental. Sun O))) y Boris, estas dos ballenas anormalmente gigantes y bestiales, se unieron para procrear algo que sin duda es una joya. Considéralos payasos o genios, pero aquí se están manejando frecuencias y límites que no conocemos. No sabes si estás arriba o abajo, en lo más oscuro de la noche o en lo más profundo del mar. Está muy cabrón. Y qué bueno que está grabado, ya que dudo mucho que “la magia” de este disco sea igual de efectiva viéndolos en vivo. Y no hablo de magia onda elfos. En las manos equivocadas este disco puede ser muy peligroso. Si un pendejo mata gente escuchando a Marilyn Manson… será mejor que no escuche esto. No es “violento” de caricatura, es algo que sí te mueve. Te lleva a los escenarios más extraños y luego, con “The Sinking Belle (Black Sheep)”, el track #3, te aplasta con una infinita tristeza y la bella voz de Jesse Sykes. Vocoders, pianos, gongs, guitarras en feedback encabronado y los woofers tiemblan. En fin, Altar, con sólo cinco tracks, ha borrado del mapa mucha música que creíste “oscura”. La ha hecho mierda. Ya sabías qué era una mierda, con Altar sólo le pones su sello de autenticidad.

GUNS N’ ROSES

CHINESE DEMOCRACY

(DEMOS)

Desde hace un buen rato se andan paseando algunos demos en la red, grabaciones malas de conciertos y versiones casi inaudibles. Todo indicaba que el tardadísimo nuevo disco de Guns saldría a finales de noviembre, pero así nos traen desde hace como doce años. Acaba de salir a la web una especie de recopilación de los demos que serían parte del Chinese Democracy ya con versiones más producidas. Algunas rolas como “I.R.S” y “Madagascar” ya son viejas conocidas, que prácticamente se suman a la interminable fila de power ballads de la banda. El disco trae un poco más de programación, como en ciertas partes de “I.R.S.” y en el inicio de “Better”, aunque ya por la mitad se pone rockerona con buenos riffs de esos que queremos oír de Guns. “Chinese Democracy” rockea chido, el solo de lira es medianón, bueno, después de lo que hacía Slash, poco se puede hablar, pero es una gran rola. “The Blues” es una de esas clásicas épicas corta-venas sin llegar a los mil minutos, pero el resultado emocional es el mismo aunque en tan sólo 4:30; “There Was a Time” también explota en gritos y solos de lira, es una rola que casi siempre está yendo hacia arriba. No sabremos cuáles de éstas vengan en el disco, no sabemos si al cierre de esta edición ya esté a la venta o salga la noticia de que siempre no saldrá, no sabemos nada; lo único que tenemos son algunas rolas nuevas de una de las bandas más grandes que el rock ha tenido.

ASESINO

CRISTO SATÁNICO

ODIO RECORDS

existe otra palabra: brutal. La bataca es masacrante, los riffs y solos chillan con olor a azufre y el bajo quiebra cualquier cráneo que se le ponga enfrente. Si ya estaban cansados de tanta fantochería de Brujería, con este disco podrán destrozar, a puro cabezazo, las paredes de su carnala llenas de pósters de The Rasmus. Pa’ hacerla de emoción, no diré los nombres de los tracks y los nombraré por números (bueno, la netta es que cuando bajé el disco a finales de septiembre, no venían las rolas). La “8” habla de marranismo y cómo se chinga a una pirujilla y todas las cochinadas que le hace. La “6” habla de un sacerdote pedófilo que dice: “Y Jesús dijo, dejen a los niños venir a mí, pa’ que yo venga en sus niños; el que no reciba mi bendición como niño, nunca entrará al reino de Dios… Amén”. Si lo que quieres es algo de rituales paganos, escucha la “4”, para que sangre tu estéreo. Para algo de horror, está la “5” con frases como: “Sangre cubre mi rostro, tripas cuelgan por el techo, desnudo y sin cara, se escurre en mi cama”. Y así me podría seguir hasta que me sangren los dedos, pero mejor cómprenlo para que la verdadera maldad reine en tu mente.

MELVINS

A SENILE ANIMAL

IPECAC

En A Senile Animal, los Melvins regresan más amarrados, agresivos y, ahora, con la incorporación de una segunda batería, mucho más percusivos y cadenciosos: simplemente lo que el médico recetó. Este disco, que consta de 10 piezas, es un grito de batalla de Buzz Osborne y Dale Crover por demostrarle a todos sus imitadores que sólo hay uno Melvins y que tiene energía para rato. La primer pieza que cautiva es “Blood Witch”, en la que muestran los primeros esbozos del juego entre las baterías y la guitarra de “King Buzzo”, quien ya se diera a notar por su trabajo con Mike Patton y compañía en Fantômas. Con “Civilized Worm” nos topamos con una lluvia de percusiones que serán la marca continua del disco, ruidos, juegos rítimicos, guitarras distorsionadas, voces quejumbrosas y el sello característico del diálogo guitarra/batería de una de las bandas de culto más importante. “A History of Drunk” nos hace aplaudir y bailar, pero no hay pieza que destaque, todo el disco simplemente cae en su lugar y lo podemos escuchar una y otra vez, convirtiéndose (como todos sus demás discos) en una producción de culto.

CURSIVE

HAPPY HOLLOW

SADDLE CREEK

El auto tiene que detenerse. Enfrente, aparecen varios sujetos que comienzan a disparar. Ni aún con todos sus servicios sacerdotales el cardenal puede salvar su vida. Un golpe más al catolicismo al que seguirían casos de pedofilia o más narcotráfico hasta llegar a un disco enfocado en el escepticismo hacia una institución que ejerce presión sobre los habitantes de Happy Hollow. Después de desempolvar los baúles del recuerdo presentando sus lados B en The Differences Between Houses And Homes (2005), su anterior entrega, llega el nuevo disco de los oriundos de Nebraska, una influencia directa de gran parte de lo que en México se presentó como la cara independiente del rock mexicano. Un álbum que busca superar la pauta establecida por ellos en The Ugly Organ (2003), para lo cual recurren a romper con sus propias estructuras musicales introduciendo metales donde nadie se lo esperaba, como en la apertura de “Opening the Hymn” o en “Big Bang”, logrando un trabajo contundente musicalmente (una lección más de para qué sirve un teclado en el rock actual) y que sirve como apoyo para el desarrollo de personajes no ficticios como sacerdotes homosexuales u organizaciones secretas que no saben guardar secretos. Para los críticos, el disco más arriesgado de la banda desde su aparición en el 95. Para varios músicos, una ayudadita para poder terminar su nuevo disco. Para mí, una total bendición de nuestro señor.

INCUBUS

LIGHT GRENADES

IMMORTAL RECORDS / EPIC

Incubus ha regresado. “Anna Molly”, el primer sencillo, nos recuerda a un sonido un poco más funkero, claro ejemplo de a qué se referían cuando decían que pretendían regresar a sus raíces. Si bien éste no es un S.C.I.E.N.C.E. (no creo que puedan superarlo), Light Grenades continúa lo ya hecho con A Crow Left of the Murder, e incluso hará un poco más de ruido por ser más experimental. Sin embargo, por experimental no me refiero a mejor, o más complejo, este disco llega a parecer repetitivo en cuanto a la fórmula “Incubus”; esto es, baladas roqueras con voces agudas, distorsión y dos tres cambios de ritmo. Tras lo que lograron al musicalizar el soundtrack de Halo 2 y la película Stealth, éste pareciera ser un regreso a una base segura, a no querer arriesgar y llegarle al público con sonsonetes ya conocidos. Las únicas sorpresas son “Paper Shoes” y “Pendulous Threads”, en las se puede apreciar la evolución de su sonido y una agrupación mucho más amarrada.