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DISCOS DEL MES





THE BLOOD BROTHERS
YOUNG MACHETES V2*****
Elegir un par de productores (John Goodmanson y Guy Picciotto) privilegiando el hecho de que se conozcan entre sí en lugar de optar por otros nombres con mayor reconocimiento, es una señal evidente de a dónde se quiere llegar. Y con tan buen augurio, el resto sólo queda en manos del trabajo de la banda, la cual ha logrado mantener en calma las expectativas de V2, un sello que ha visto pasar el mejor año de su historia, y a la vez mantener el interés sobre un proyecto que va más allá de modas y modismos de todo lo que combina con la palabra core. Dentro de Young Machetes no sólo encontraremos la continuidad lograda tras la consolidación de Burn Piano Island Burn (2003) y la estabilidad de Crimes (2004), si no que también nos encontraremos con la capacidad de generar un sonido propio que, a pesar de hacer lo que muchos otros tratan, logra diferenciarse; algo que en estos momentos es ya decir mucho. Desde las primeras canciones escuchadas vía MySpace, como “Set Fire To The Face On Fire” o “Laser Life”, queda claro que este trabajo no intenta ser una obra culminante ni un trabajo de dimensiones épicas, pero sí es algo más que un cumplimiento de la necesidad de un trabajo renovado; es decir, un disco para escucharse y para ser escuchado. Y si bien hay momentos como “Street Wars, Exotic Foxholes”, donde los hermanos nos pueden sorprender gracias a esa manera tan obvia de mirarse el ombligo, son esos mismos momentos a los que uno termina por regresar para entender por qué los hombres blancos también saben gritar. Young Machetes (2006) nos recuerda que lo de Black Eyes, Q and not U, The Locust o Lighting Bolt dejó de ser exclusividad de algunos para ser parte del itinerario que tiene como destino la lista de los mejores discos del año.


AUDIOSLAVE REVELATIONS
SONY/BMG ** 1/2
Su tercer material se siente igual de estancado que los anteriores; no por falta de talento, sino por su disparidad como grupo. El mismo error aparece siempre y siguen sin entender que RATM ya desapareció y que la nueva voz que ahora complementa es netamente melódica, muy lejana a de la Rocha. “Original Fire” abrió la promoción de Revelations augurado mejor coordinación entre vocales y música (su talón de Aquiles desde el comienzo), pero si bien esa clara inclinación por el funk le sentó de maravilla a la voz de Cornell, y canciones como “One And The Same” o “Broken City”, donde la base provista por el bajo logra un equilibrio perfecto con el vanidoso vocalista, nos dejan ver lo bueno que podría llegar a ser el grupo, a final de cuentas no pueden escapar de su pasado. “Sound of a Dog” es una rola RATM y de ahí que se caigan muchas de sus canciones, si no pueden evitarlo deberían hacerlas instrumentales, una opción que se antoja porque la música es buena. Ni “Wide Awake”, su rola más política, provoca sensaciones. Como bien les dijo Rick Rubin, “tienen que aprender a suavizarse”. Si una revelación es la manifestación de una divinidad, éste no es el caso.


BOB DYLAN
MODERN TIME
SCOLUMBIA****1/2
Dylan está cansado de que “sobreproduzcan” sus canciones; percibe, triste, cómo la tecnología y los ríos de bytes le han quitado todo sentido ritual a eso de abrir un disco, escucharlo, digerirlo. Decide, entonces, producir el tercer volumen –bajo seudónimo– del renacimiento que comenzara en 1997 con el laberíntico Time Out of Mind y continuara en el 2001, justo el 11 de septiembre, con Love and Theft. Renacimiento en el que regresa a sus raíces bluegrass, folk y puramente rocanroleras, a la par de asumir y explotar una voz cascada, lacerada por litros de bourbon y cientos de cigarrillos, de conciertos. El título Modern Times se percibe como un buen chiste: en las atmósferas del disco poco hay de vanguardia y mucho de ensoñación nostálgica –"Workingman’s Blues #2”, notable–, los instrumentos se adivinan desnudos, los sonidos producto del virtuosismo de la banda –según Dylan, la mejor de su carrera– y no de una minuciosa postproducción, como en Time Out of Mind, arreglado por Daniel Lanois. “The Levee’s Gonna Break” hace eco al huracán Katrina. En un ánimo descriptivo, alejado, como siempre, del panfleto, sentencia: “Some people on the road carryin’ everything that they own/Some people on the road carryin’ everything they own/ Some people got barely enough skin to cover their bones”. Modern Times es simultáneamente un perfecto broche de oro a la trilogía mencionada y un disco imprescindible en la discografía del poeta, alcanzando un efecto quimérico: nada hay más melancólico –imagina una película en blanco y negro cuando lo escuches– y, a la vez, nada más representativo de un futuro en que seguro diremos que todo pasado fue mejor.

MOTÖRHEAD
KISS OF DEATH
SANCTUARY RECORDS****
Inferno, su gran disco anterior, nos mantuvo más o menos coherentes por dos años. Ya era hora. Kiss of Death viene a calmar las ansias justo cuando nuestro cuerpo comenzaba a sentir “la urgencia y la creciente necesidad” (diría Slayer). Llegó el doctor con la jeringa cargada con una docena de tracks que reafirman nuestra fe en la música. Por cada disco de Motörhead hay que soportar miles de mediocridades. Es justo. “Si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría”, decía en un anuncio el fallecido Anthony Quinn. Desde el inicio del disco, con “Sucker”, recordamos lo bien que nos sentimos con aquel track de Probot “Shake Your Blood”. Y de ahí “puro y total Motörhead”. Mucho heavy-boogie ("One Night Stand") para esas borracheras pre-concierto entre los amigos. La palabra de Dios continúa: “por eso me gustan las chicas norteamericanas”. La banda suena amarradísima, maestros en lo único que saben hacer bien: rock de hombres. Y dice el profeta en “Devil I Know”: “No me importa a dónde has ido, ni me importa a dónde vas: regresas con el Diablo que yo conozco”. “Trigger” nos lleva a los riffs del Iron Fist (1982), pero con una producción que no se podía obtener en esa época, y la parte media o puente de esa rola ya la quisiera Helmet en su nuevo disco. “Under the Gun” es un track blueseado, pesado, de esas rolas que las strippers deberían incluir en su repertorio para dominar el mundo. Sólo una vez he visto a una stripper desnudarse al ritmo de Motörhead… y nunca la olvidaré. A la mitad del disco, para variar un poco, poder respirar bien y darle un descanso al corazón después de tanta emoción, incluyeron “God Was Never On Your Side”. Alguien que se la traduzca a la jerarquía eclesiástica, por favor, Lemmy sabe. Lemmy es Dios. Hay también un rock sencillo, como para la radio gabacha y para que les guste a los fans de Skid Row y esos: “Christine”. Enseguida llega “Sword of Glory” con la línea: “Soldado. Si no sabes lo que han hecho los pendejos a través de la Historia, entonces también eres un pendejo y vas a cometer el mismo error una y otra vez”. Ésta es palabra de Dios. “Be My Baby” es un gran track pesado y sexualmente explícito. “Di la palabra: Hardcore. Y ya cállate, quiero hacerle de a perrito”. “Kingdom of the Word” parece track malo de Ministry, de esos que hay que soportar para llegar a los tres tracks buenos de todos sus discos. Hasta la batería parece caja de ritmos. Es lo más flojo del Kiss of Death pero sirve de alfombra roja para “Going Down” con su riff a la Fast Eddie Clark, su ritmo a doble bombo y reafirmar todo lo que les acabo de decir: “No puedes contra el Dr. Rock. Vivimos bajo la ciudad y tenemos todos los Ases”. El final es una repetición del riff que se alarga aún después de que la batería se detiene. Todos juntos terminan el track y el disco. Ahora hay silencio. Dejas salir un suspiro. Pobres de las bandas que aún se quieran vender como “rock” después de esto y no lo sean.

odiamos a:
ALLISON

1.Por que suenan igual que a panda(no me habia dado cuenta jajajaja)
2.Por que se hicieron famosos por que las chabacanas los hiban a ver(por supestamente estan caritas)
3.por que los apoyo paty chapoy(a no esos fueron los jotel jajaja)
4.por que usan playeritas de corazoncitos(que jototes)
5.por que a tu hermana menor le gustan(o ¿no?)
6.por que se ganaron un disco de oro(y los panda se ganaron un chingo de mentadas jajaja una metada de oro)